Y al pasar la frontera que nos separaba, me doy cuenta que prefiero ser espectador que protagonista… Porque si es verdad que admiré siempre su capacidad de trascender, la firmeza de sus pasos y la contundencia de su voz que me convenció… le entregué todo...
Lo bueno de no haberle puesto remitente a aquella carta, es que no nos compromete a ninguno… al menos más allá de la complicidad interna. Y como siempre, hay mucho que decirte; pero quizás poco tendrás que leer. Pudiste haber sido tu, si es verdad. Pudiste, y...
Quiero suponer que el transcurso de la vida misma, que supone evolución hacia adelante te permitió esparcirte por el mundo. Que tu zona de confort al norte del sur te agotó y que ahora decidiste abrir tus alas para buscar polen en las primaveras extranjeras. Quiero...
Ojalá entendieras, que no es el sol… es el atardecer que nos regala. Ojalá entendieras que no es el agua, es la sed, y que nadie vive de gotas. Que no son los besos, son los momentos… que si no hay momentos, no hay besos ni luna llena cuando quieras....
No es una carta abierta, pero colocar el remitente será espacio desperdiciado, que puede ser ocupado por las letras que contengan esta misiva a ella, que no me lee. Debería saludarte, pero ya sabrás la cantidad de letras acumuladas que guardan mis manos y que esperan...
No sé si es la locura que posee mis ganas de escribir, o es la bendita necesidad de encontrarle una respuesta a todo, aquí vamos de nuevo a filosofar con algún “no sé qué” que no responderá, pero que sea el viento que decida su rumbo; septiembre, es contigo. Permíteme...
Comentarios recientes